Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.