No me arrepiento de haberte conocido, no me lo tomes a mal. Sin embargo, lamento tanto el haberte probado; no porque supieras mal, si no que, ahora que se a que sabes, no se me antoja nada mas y te fuiste sin dejarme la receta de tus labios, llevo buscándola tiempo pero nadie tiene tu mismo sabor. Puede ser parecido, casi exacto, pero jamás igual, no sabes como deseo dejar de compararte con todos a mi alrededor; no obstante, mis labios me piden a gritos volver a deleitar aquel sabor, el cual solamente tu tienes, por eso lamento tanto el haberte probado, pues ahora que se a que sabes, no se me antoja nada mas. Nadie mas