Leyes demasiado suaves nunca se obedecen; demasiado severas, nunca se ejecutan
Benjamin FranklinLeyes demasiado suaves nunca se obedecen; demasiado severas, nunca se ejecutan
Leyes demasiado suaves nunca se obedecen; demasiado severas, nunca se ejecutan
Leyes demasiado suaves nunca se obedecen; demasiado severas, nunca se ejecutan