Mientras el Presidente miente contra quienes denunciamos con pruebas contundentes, y seduce de manera encantadora con diminutivos perversos y un lenguaje sacerdotal antioqueño, esas carnitas y esos huesitos tienen que empezar a asumir la responsabilidad de un gobierno rodeado de hampones nombrados por él
Piedad CórdobaMientras el Presidente miente contra quienes denunciamos con pruebas contundentes, y seduce de manera encantadora con diminutivos perversos y un lenguaje sacerdotal antioqueño, esas carnitas y esos huesitos tienen que empezar a asumir la responsabilidad de un gobierno rodeado de hampones nombrados por él
Mientras el Presidente miente contra quienes denunciamos con pruebas contundentes, y seduce de manera encantadora con diminutivos perversos y un lenguaje sacerdotal antioqueño, esas carnitas y esos huesitos tienen que empezar a asumir la responsabilidad de un gobierno rodeado de hampones nombrados por él
Mientras el Presidente miente contra quienes denunciamos con pruebas contundentes, y seduce de manera encantadora con diminutivos perversos y un lenguaje sacerdotal antioqueño, esas carnitas y esos huesitos tienen que empezar a asumir la responsabilidad de un gobierno rodeado de hampones nombrados por él