No digas palabras hirientes cuando estás de mal humor, tu estado de ánimo cambiará, pero nunca podrás reemplazar las palabras que dijiste. —Escuchado por ahí.
No digas palabras hirientes cuando estás de mal humor, tu estado de ánimo cambiará, pero nunca podrás reemplazar las palabras que dijiste. —Escuchado por ahí.
No digas palabras hirientes cuando estás de mal humor, tu estado de ánimo cambiará, pero nunca podrás reemplazar las palabras que dijiste. —Escuchado por ahí.
No digas palabras hirientes cuando estás de mal humor, tu estado de ánimo cambiará, pero nunca podrás reemplazar las palabras que dijiste. —Escuchado por ahí.