Amor mío, ¿quién osaría decir: Creo en Dios? Puedes preguntar a sacerdotes y sabios, y su respuesta no parecerá sino una burla dirigida al preguntador.
Johann Wolfgang von GoetheAmor mío, ¿quién osaría decir: Creo en Dios? Puedes preguntar a sacerdotes y sabios, y su respuesta no parecerá sino una burla dirigida al preguntador.
Amor mío, ¿quién osaría decir: Creo en Dios? Puedes preguntar a sacerdotes y sabios, y su respuesta no parecerá sino una burla dirigida al preguntador.
Amor mío, ¿quién osaría decir: Creo en Dios? Puedes preguntar a sacerdotes y sabios, y su respuesta no parecerá sino una burla dirigida al preguntador.