Los católicos me ponen nervioso, dije, porque juegan sucio.¿Y los protestantes?, preguntó riendo. Me irritan con su manoseo de las conciencias. ¿Y los ateos? Seguía riéndose. Me aburren porque siempre hablan de Dios
Heinrich BöllLos católicos me ponen nervioso, dije, porque juegan sucio.¿Y los protestantes?, preguntó riendo. Me irritan con su manoseo de las conciencias. ¿Y los ateos? Seguía riéndose. Me aburren porque siempre hablan de Dios
Los católicos me ponen nervioso, dije, porque juegan sucio.¿Y los protestantes?, preguntó riendo. Me irritan con su manoseo de las conciencias. ¿Y los ateos? Seguía riéndose. Me aburren porque siempre hablan de Dios
Los católicos me ponen nervioso, dije, porque juegan sucio.¿Y los protestantes?, preguntó riendo. Me irritan con su manoseo de las conciencias. ¿Y los ateos? Seguía riéndose. Me aburren porque siempre hablan de Dios