Dios no tiene que hablar para que podamos descubrir, en forma definitiva, signos de su voluntad; es suficiente para examinar el curso normal de la naturaleza y la consecuente tendencia de los acontecimientos
Alexis de TocquevilleDios no tiene que hablar para que podamos descubrir, en forma definitiva, signos de su voluntad; es suficiente para examinar el curso normal de la naturaleza y la consecuente tendencia de los acontecimientos
Dios no tiene que hablar para que podamos descubrir, en forma definitiva, signos de su voluntad; es suficiente para examinar el curso normal de la naturaleza y la consecuente tendencia de los acontecimientos
Dios no tiene que hablar para que podamos descubrir, en forma definitiva, signos de su voluntad; es suficiente para examinar el curso normal de la naturaleza y la consecuente tendencia de los acontecimientos