La cruz no es para que la lleves al cuello, o la cuelgues de una pared; es para que la vivas día a día.
La cruz no es para que la lleves al cuello, o la cuelgues de una pared; es para que la vivas día a día.
La cruz no es para que la lleves al cuello, o la cuelgues de una pared; es para que la vivas día a día.
La cruz no es para que la lleves al cuello, o la cuelgues de una pared; es para que la vivas día a día.