No duele la lentitud con la que los días transitan, más bien, el eco diario de su ausencia.
No duele la lentitud con la que los días transitan, más bien, el eco diario de su ausencia.
No duele la lentitud con la que los días transitan, más bien, el eco diario de su ausencia.
No duele la lentitud con la que los días transitan, más bien, el eco diario de su ausencia.