En cambio el animal puede elegir. El animal vive desprendido del resto del mundo. Ese enjambre de mosquitos, que siguen danzando sobre el camino, aquella ave solitaria que hiende el cielo crepuscular, la zorra que espía un nido-todos estos son pequeños mundos por sí, incluso en otro mundo mayor
Oswald de AndradeEn cambio el animal puede elegir. El animal vive desprendido del resto del mundo. Ese enjambre de mosquitos, que siguen danzando sobre el camino, aquella ave solitaria que hiende el cielo crepuscular, la zorra que espía un nido-todos estos son pequeños mundos por sí, incluso en otro mundo mayor
En cambio el animal puede elegir. El animal vive desprendido del resto del mundo. Ese enjambre de mosquitos, que siguen danzando sobre el camino, aquella ave solitaria que hiende el cielo crepuscular, la zorra que espía un nido-todos estos son pequeños mundos por sí, incluso en otro mundo mayor
En cambio el animal puede elegir. El animal vive desprendido del resto del mundo. Ese enjambre de mosquitos, que siguen danzando sobre el camino, aquella ave solitaria que hiende el cielo crepuscular, la zorra que espía un nido-todos estos son pequeños mundos por sí, incluso en otro mundo mayor